DUECENTO

Que no estaba muerto, que estaba tomando cañas... Y dibujando mucho, claro está.

Como muestra de ello, este homenaje a "El Cuarto Estado", la obra universal de Giuseppe Pellizza, que podréis disfrutar en la contraportada del nº 200 del "Directa", con motivo de tan especial número.

Esta versión, pretende ser un homenaje a todos aquellos que siempre están luchando, siempre avanzando hacia delante, dejando atrás la oscuridad de estos tiempos modernos hacia un horizonte nuevo... 

Y luego tendrán la poca verguenza de llamarlos antisistema.

Así pues, este es un homenaje a todos esos grandes luchadores que he conocido a lo largo de mi vida, a todos los que no he tenido el placer de conocer mas que a través de sus obras, gestos o pensamientos y que los han vuelto inmortales, a todos los que se han ido a luchar al otro barrio con las ideas siempre claras (Ay, Labordeta!!), y sobre todo a aquellos que el día de mañana seguiran haciendolo sin importar las derrotas que vengan. Todo sea por conseguir un mundo un poco mas justo. 

No nos llamen antisistema, llamadnos mejor prosistema. Pero eso si, de un sistema diferente y mucho mas humano que ese que queréis vendernos.

En esta ilustración, no están todos esos luchadores, pero si alguno de ellos. El extenso equipo que forma el "Directa" no hubiese cabido en su totalidad, pero aun así imaginaos que estáis todos, trabajando día a día en una publicación seria y con información de verdad. 

También están todos sus lectores, avidos consumidores de sinceridad e información libre. Gente como el curriqui de barrio que aun cree en la conciencia de clase, el joven punki que no va a tener una casa en la puta vida pero lo intenta okupando, el inmigrante que vive a nuestro lado y trabaja día a día por mejorar la situación precaria a la que es abandonada su gente, al ecologísta preocupado por la Pachamama que decide particpar en una cooperativa agroecológica, etc... Hombre, mujeres, niños, viejos, todos tienen cabida entre estos 200, y todos tienen voz en este número.

Quisiera homenajear especialmente, a gente tan intensa como Azagra (quien tantas veces ha reinterpretado esta misma obra) y a su mujer, Revuelta, que siempre están en todas sin titubear y siempre fieles a sus principios. A padres como Moncho y Oliva,  por criar tan bien a la pequeña Vera, y además llevarla a dar paseos por las manifestaciones (además de a jugar en el parque), sin duda será una gran persona en el futuro con unos padres así. 

Y por último, y no menos especial, a mi compañera. Por ser tan bella musa, por su auténtica pasión por la lucha, por darme siempre tantos ánimos y buenos consejos, además de aguantar pacientemente mis reclusiones herméticas en la guarida desde donde dibujo.

¡¡Eres la mas grande!!

Feliz nº200 a todos