Cartel, obra de Sergi San Julián
Recuerdo cuando hará un casi cuatro años, me llamó Carlos Azagra un día, para decirme que había un francés que estaba buscando autores para participar en un evento sobre cómic social. Al poco, recibía una llamada del tipo, un periodista y guionista de cómic llamado Albert Drandov. En esa charla, recuerdo que sobre todo hablamos sobre qué era para nosotros el cómic social y que tipo de evento queríamos construir.
Ambos coincidimos en todo. Primero, creiamos que el cómic social era aquel realizado con una labor mas allá de entretener. Algo así como "Del pueblo y para el pueblo"... En esa linea, entraban desde las historietas de orfanatos de Carlos Gimenez, a las historias kinkis de la primera etapa de Jaime Martín, la satira de grandes del humor como Kap o Fontdevila, o la continua crónica gráfica de todas las luchas sociales dibujadas por Carlos Azagra. Así pués, teníamos sobre la mesa un montón de cómic sociales, pero ¿qué pasaba con ellos? ¿Por qué no tenían un propio espacio donde poder reunirse en ningun evento de cómic del país?... Imaginamos que en estos tiempos convulsos, cualquier medio que cuente verdades queda totalmente silenciado.
Así pués, teníamos los comics, pero ¿Y el Salón? Pues queriamos que fuese algo diferente. Ante todo, gratis y usando la disponibilidad de los espacios públicos. Es decir, los nuestros, los del pueblo.
Por otra parte, queríamos que no fuese una gran tienda de tebeos, sino un punto de encuentro. Tener la posibilidad de introducir a gente inquieta, en el maravilloso mundo de las historietas, demostrándoles que no son solo dibujitos para crios. Tampoco queríamos llenar la sala del ego de los artistas, sino mostrar el lado más humano y comprometido de estos, situandolos en debates reales donde no solo se hablara de sus obras, sino de temas tan importantes como los de la vida que nos tocó vivir.
Entonces se sumaron los colectivos, la gente de los movimientos sociales que tenían tanto que decir y aun no habían luchado su espacio en las plazas para tener sus agoras de debate. Aun faltaba todavía más de un año para el 15M y el declive total y absoluto del estado.
Hace mas de tres años, todo esto no era más que una utopía.
Montar un salón gratis, sin presupuesto, tirando de cadenas de favores, de pedir las cosas con una sonrisa y "por la causa", traer grandes autores para hablar, etc...
Pronto celebraremos la tercera edición, lo cual es una muestra más de que las utopías se pueden conseguir. Solo hay que estar todos a una trabajando.
Un año más nos lanzamos a la aventura.
Mucha es la gente que ha contribuido a constuir cada edición. Tenemos un equipo organizativo horizontal impresionante, como los insustituibles chicos del FartS, la gente de La Oveja Roja, la de la Biblioteca Central o toda aquella que ha llenado las mesas de cada debate.
Muchísimas gracias, vosotros sois parte de esta utopía. Y de construirlas junots va este año nuestro Salón del Cómic Social, a día de hoy toda una realidad.
¡Adelante, a por la tercera!
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