Hace unos dias, me pedía un amiguete muy fan del Guerrero del Antifaz un dibujete para el club de fans de dicho personaje. Para aquellos más jóvenes o que no lo conozcan, un heroe de la vieja escuela del cómic de estas tierras. Estos tebeos, con cierto regustillo etnocentrista, solían mostrarnos las historietas en horizontal, con un dibujo muy rápido, guiones no muy complejos y muchas batallas.
Esta petición, se juntó con mi primera tarde de playa, donde pude comprobar como algunos invasores bárbaros del norte, ya habían comenzado a llegar a la costa y dejar la arena llena de latas de cerveza y colillas. Ojo, que también los hay autóctonos.
Así que de ahí salió esta idea, mezcla de ambos conceptos y esta falsa portada homenajeando a dicho personaje y algunas invasiones más actuales, de esas que inflan los alquileres a través de la problemática de los pisos turísticos, que gentrifica los barrios, que empeora la calidad de vida de los vecinos o directamente los expulsa de sus barrios.
Un modelo turístico, que nos venden como único a la par que nos empujan a dejar ahogarse a la gente en el oceano. Así nos va.
Esta petición, se juntó con mi primera tarde de playa, donde pude comprobar como algunos invasores bárbaros del norte, ya habían comenzado a llegar a la costa y dejar la arena llena de latas de cerveza y colillas. Ojo, que también los hay autóctonos.
Así que de ahí salió esta idea, mezcla de ambos conceptos y esta falsa portada homenajeando a dicho personaje y algunas invasiones más actuales, de esas que inflan los alquileres a través de la problemática de los pisos turísticos, que gentrifica los barrios, que empeora la calidad de vida de los vecinos o directamente los expulsa de sus barrios.
Un modelo turístico, que nos venden como único a la par que nos empujan a dejar ahogarse a la gente en el oceano. Así nos va.
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