A la corta edad de 37 años, perra vida.
Se nos va uno de los talentos que luchaba por brillar en una tierra donde la cultura tiende al exilio.
Nacho ha cruzado un puente a otro lado, quizá a ninguna parte o quizá a
un lugar donde seguir escribiendo sus textos y poemas, en todo caso
demasiado pronto.
Fue el único autor de Relatos Mínimos al que ilustré dos relatos de tanto que me gustaron, estos fueron "El agua" y "Los Puentes".
Poco después compartiríamos espacio literario en la segunda parte, "Cuentos Mínimos", ambos fruto de una plataforma virtual que aunó amantes del microrelato.
Se queda Andalucía un poco más vacía de talento.
Un fuerte abrazo allá donde te lleven tus versos.
Hasta siempre Nacho.
Hasta siempre Nacho.